miércoles, 30 de noviembre de 2011

Recuérdame como la que lloraba los domingos y te esperaba cada viernes, en el lugar de siempre, con las mismas ganas.
Recuérdame como aquella niña inocente, que solo sabia imaginar finales felices y que soñaba con vivirlos contigo.
Recuérdame como la que te secaba las lágrimas, la que procuraba dibujar en tus labios mil sonrisas, tantas como besos te robaba. 
Recuérdame como la que nunca se cansaba de imaginar mil sorpresas, la que jamás perdía la ilusión, intentando hacer cada día un poco más especial que el anterior.
Recuérdame como la que era capaz de abrirte las puertas del cielo, esa que evitaba que te hundieras en tu propio infierno.
Recuérdame como aquella chica que confiaba más en ti
que en si misma, la misma que hiciste que creyera en el amor..aquella que nunca perdía la sonrisa.
Recuérdame como la que hiciste sentir como una mujer,
para más tarde hacerla llorar como a una niña, aquella a la que cantabas canciones, y con la que decías sentir, mil y una emociones.
Recuérdame como la que te susurraba al oído, y se perdía entre tus sabanas, para encontrarse con tu piel,
aquella que soñaba con lo grandes que llegaríamos a ser.
Recuérdame como esa chica a la que siempre conseguías rizarle la piel, a la que enamoraste con tu perfume de miel.
Recuérdame, tal y como era, 
tal y como fui,
y tal y como nunca volveré a ser.

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